Esta no es la historia del niño que cayo al pozo. Tampoco es la historia de las piedras que le rompieron los huesos. No es la historia de sus desesperados e inútiles gritos pidiendo ayuda. No es la historia de los varios días que paso allí atrapado, ni de las lagrimas que derramo, ni del hambre que paso. No es la historia de quienes caminaron a orillas del pozo en el momento exacto en el que el niño había sido vencido por el sueño. No es la historia de las pesadillas que tuvo esa noche. Y de ningún modo es la historia de las hormigas y las ratas que comieron sus brazos y piernas estando el aun conciente. Esta no es la historia de su infinita agonía.
Esta es la historia de su genuina y frenética risa, cuando tomo el revolver y se pego un tiro en medio de los ojos.
4 comments:
Muy bueno. Estas relocasssso! Un abrazo
imaginacion cruel, pero impactante, la verdad esta muy bueno!!!
Excelente.
ja.
que lindo leer historias que emocionan y nos hacen pensar que el mundo puede ser un lugar mejor sin tantos pelotudos molestando con sus quejas.
jua.
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